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1991-1999 | Los años más amargos

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La llegada a la Segunda División B vino acompañada del desastre económico. El descenso administrativo a Tercera estaba en boca de todos y algunos medios lo dieron por hecho. Incluso se llegó a plantear el mayor desastre posible, la desaparición del club. Pero un equipo histórico, que había paseado el nombre de la ciudad por toda España, no podía desaparecer. Con Anselmo Navarro como presidente, Elche y el Elche vivieron un verano de 1991 de infarto, pero finalmente se hizo frente en la medida de lo posible a las deudas económicas y a última hora, pero dentro del plazo, se entregaron los talones en la Liga de Fútbol Profesional. En el terreno de juego, el equipo combinó goleadas de escándalo con derrotas ante rivales muy inferiores, pero al final logró clasificarse para el play off. En la fase de ascenso el Elche perdió rápidamente sus opciones para luchar por el salto de división, y al final fue el Lugo el que subió de categoría.

En la siguiente campaña, la 1992-93, el Elche se mostró muy sólido durante todo el año, y sólo las derrotas en los últimos partidos impidieron que el equipo entrenado por Lico lograra el primer puesto. En la fase de ascenso comenzaron muy bien, con un saldo de tres victorias y un empate en los cuatro primeros partidos, pero aún restaban los dos encuentros decisivos frente al Leganés. En el Martínez Valero el Elche sólo pudo empatar ante el conjunto madrileño por culpa de un desastroso arbitraje de Villaseca Arroyo, que anuló un gol totalmente válido a los franjiverdes y dio por bueno el tanto visitante en claro fuera de juego cuando se cumplía el minuto 93. En la última jornada de la liguilla, el equipo viajó a Leganés con la obligación de ganar, pero cayó derrotado por tres tantos a cero. El Elche quedaba relegado, otro año más, a la categoría de bronce.

En la temporada 1993-94 el club cosechó su peor clasificación en 40 años. Crispi, Emilio Esteban y Julián Rubio dirigieron al equipo, pero ninguno logró encauzar el rumbo, quedando en un más que discreto duodécimo lugar. Junto al desastre deportivo vuelven a aflorar los problemas económicos, hasta el punto que, debido al impago, el Elche pierde el suministro de luz, agua y teléfono. Con una nube de incertidumbre y tristeza Antonio Coves, que había sustituido en la presidencia de manera interina a Anselmo Navarro, convocó el 19 de mayo de 1994 una asamblea extraordinaria en el Gran Teatro. Cuando todo parecía perdido un ilicitano y franjiverde de pro como Sixto Marco exigió una solución, el Elche estaba por encima de las personas y cualquier esfuerzo posible se debía de acometer para salvar al club. El clamor popular nombró en esa Junta a Diego Quiles nuevo presidente del Elche C.F.

Tras pasar otra campaña en la que el equipo tampoco logró clasificar entre los cuatro primeros, en la 1995-96 Felipe Mesones fue designado entrenador. En un grupo fortísimo con equipos de la talla del Málaga, Córdoba, Jaén, Recreativo, Granada, Xerez, Cádiz o Polideportivo Almería se consiguió quedar en tercer puesto. Pero en el play off de ascenso Las Palmas dominó con facilidad la liguilla, sólo el Elche le pudo seguir el paso, pero al final los amarillos se impusieron en el Martínez Valero y lograron el salto de categoría.

Fabri, Marcial Pina y Ciriaco Cano entrenaron al conjunto franjiverde en la 1996-97. Tras quedar como segundo clasificado en el grupo III, el bombo deparó al Deportivo de la Coruña "B", al Barakaldo y al Córdoba como rivales para el ascenso. Con un empate en El Arcángel de Córdoba, una victoria en casa y una derrota fuera ante el Depor, el Elche apuraba sus últimas opciones de ascenso en casa ante el Córdoba. El estadio presentó una imagen formidable, con más de 30.000 aficionados y una gran presencia de seguidores cordobeses. Pero al final se repitió el resultado de la primera jornada, empate a cero, lo que prácticamente convertía al Córdoba en equipo de segunda. Pero en la siguiente jornada la cosa iba a cambiar, el Elche venció sin problemas 4-0 al Barakaldo y el conjunto del califato perdió 1-4 ante el filial gallego. Todo quedaba para la última jornada en Baracaldo.

El Elche tenía que ganar y ganó. Lo que unido a la insuficiente victoria del Córdoba en Riazor daba por fin el ansiado ascenso. Enric Cuxart fue el autor del gol franjiverde, nada más comenzar el partido, pero que a la postre fue definitivo. Casi 2.000 seguidores franjiverdes festejaron el triunfo en Lasesarre de Barakaldo y muchos más se echaron a las calles de Elche para celebrar que su representativo regresaba a la categoría de plata.

El Elche, ya convertido en Sociedad Anónima Deportiva, tuvo un éfimero paso por la Segunda División. La afición se entregó con el equipo, y las entradas superaban con creces los 12.000 espectadores, pero no fue suficiente. Ciriaco Cano, José Manuel Rielo y Delfín Álvarez no pudieron evitar que el Elche descendiera. Con la derrota en Jaén (2-1), la afición ilicitana volvió a recibir el mazazo del descenso, su siempre fiel apoyo no bastó para mantener la categoría. Tolo Plaza fue el elegido para asumir el reto de devolver al equipo a la división perdida. Tras una liga con altibajos, el equipo finalizó en tercer lugar, quedando encuadrado con Melilla, Universidad de las Palmas y Burgos en la lucha por el ascenso. Tres empates y una sola victoria en las cuatro primeras jornadas no era un dato muy esperanzador. En el quinto envite ante el Melilla en el Martínez Valero, la necesidad de ganar era imperiosa.

El equipo norteafricano pegó primero y se adelantó en el marcador, pero el "tiburón" Armentano llevó las tablas al electrónico. Aunque no era suficiente. Con el tiempo más que cumplido, un balón colgado que la defensa no acierta a despejar, va a parar a las botas de un joven recién sacado de la cantera, que no duda en empujarla al fondo de la red. Juan Francisco Martínez Modesto "Nino" llevó el éxtasis al Martínez Valero y el ascenso estaba prácticamente en la mano. Pero el partido en Melilla no fue un mero trámite. Había que ganar para no depender de otros resultados y el encuentro no fue nada fácil. Claudio Barragán, paradigma de raza y talento, marcó el gol definitivo, el del ascenso. Como sólo los grandes lo saben hacer, con temple y calidad, como sólo "El Litri" lo sabe hacer. El Elche lograba lo que parecía imposible, retornar en un solo año a la categoría perdida.