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Aniversario de la inauguración del Martínez Valero

El Elche C.F. y la Selección Nacional de México inauguraron el estadio el 8 de septiembre de 1976 con un partidazo que terminó 3-3

93 años contemplan la historia del Elche C.F. y durante todo este tiempo el equipo disputó sus partidos en diferentes escenarios repartidos por la ciudad. En la lejana década de los años 20, el equipo jugó sus primeros partido amistosos en el estadio de Don Jeremías, situado en lo que hoy conocemos como la Av. de la Libertad, y el campo del Clot, ubicado en el actual Parque Infantil de Tráfico, para pasar meses después al campo del Cementerio, nombre que recibió al estar situado junto al camposanto de la ciudad. Se trataba de campos de tierra, sin gradas y sin apenas un vallado que protegiese los ya maltrechos terrenos de juego.

Pero tras su inscripción en competiciones oficiales, la directiva ilicitana se vio en la obligación de construir un estadio acorde con un club que iba creciendo cada vez más. El 27 de junio de 1926, José Ferrández Ripoll, alcalde de la ciudad y presidente del club, firmaba el contrato de construcción del estadio de Altabix, que acogería al equipo los próximos 53 años y donde viviría la mejor época de su historia.

Con el equipo consolidado en el fútbol español, la directiva franjiverde, al igual que pasó años atrás con sus homónimos, empezaba a plantearse la necesidad de construir un nuevo estadio de fútbol. La ciudad, al igual que el equipo, había crecido con el paso de los años y el viejo estadio de Altabix presentaba dos inconvenientes: se había quedado dentro del núcleo urbano de la ciudad con los problemas de tráfico que aquello suponía y por otro lado su aforo ya se quedaba pequeño para albergar a toda la afición.

En 1974, la directiva del Elche C.F. compra la finca Lo Valero, en la partida rural de Alzabares y a escasos 2 kilómetros de Altabix, donde se levantaría el nuevo estadio del club. Su coste fue de 29 millones de pesetas (174.200 euros) para un total de 90.083 m2. El Presidente del Elche C.F. era don Manuel Martínez Valero y el encargado de darle forma al nuevo estadio sería el arquitecto ilicitano Juan Boix Matarredona, que proyectó un estadio moderno y que tendría gimnasio, un pabellón cubierto y campos de entrenamiento anexos al nuevo estadio. La empresa SICOP fue la encargada de levantar tan ambiciosa obra en tan solo 12 meses. El nuevo estadio saldría de nuevo del núcleo urbano de la ciudad, ganaría en aforo y estaría muy bien comunicado al estar a apenas diez minutos del Aeropuerto Internacional de El Altet y muy cerca de las diferentes salidas de la Autovía A-7 que conecta la ciudad con Alicante, Murcia, Almería o Albacete.

Las obras comenzaron el 18 de agosto de 1975. En la primera fase tenía un aforo de 26.000 personas y en la segunda se proyectó que fuesen 40.000 todos sentados y con visibilidad completa del terreno de juego desde cualquier butaca. Se movieron un total de 40.000 metros cúbicos de tierra, se emplearon 1.600.000 kilos de hierro, 14.000 metros cúbicos de hormigón, 1.600.000 metros cúbicos de encofrados, 2.000 metros de barandillas y más de 400 personas entre operarios, técnicos, industriales y administrativos trabajaron en su construcción.

Justo un año después del inicio de las obras del nuevo estadio, el 18 de agosto de 1976, el Elche C.F. jugaba su último encuentro en Altabix ante el equipo portugués de Os Belenenses y a partir de aquel día sería el estadio donde jugaría sus partidos el Deportivo Ilicitano. Con las nuevas obras a buen ritmo y el compromiso del Ayuntamiento de Elche de urbanizar los alrededores del estadio y asfaltar los caminos de tierra que darían acceso al estadio, la directiva ilicitana convocaba a sus socios para elegir en Asamblea General el nombre del nuevo feudo.

Se propusieron los siguientes nombres: Nuevo Altabix, para seguir con la nomenclatura clásica; Estadio Alzabares, nombre de la partida rural donde estaban los terrenos del nuevo estadio; Estadio El Palmeral, por ser las palmeras una de las señas de identidad de la ciudad; y Estadio Martínez Valero, en honor al que era presidente honorifico del club desde 1968. Tras las primeras votaciones, la mayoría de socios eligió el nombre de Estadio Martínez Valero, pero el presidente se negó en rotundo alegando que él había sido el precursor de su construcción, pero en absoluto quería ponerle su nombre ya que entendía que había sido gracias al esfuerzo y dedicación de muchas personas. La directiva no puso objeción alguna y tras un intenso debate se eligió el nombre: Nuevo Estadio.

El 8 de septiembre de 1976 se inauguraba la primera fase de las obras con un partido que enfrentaría al Elche C.F. y a la Selección de México, que termino con empate a tres tantos, y solo tres días después se disputaba el primer partido oficial entre el conjunto ilicitano y el Burgos C.F. El Nuevo Estadio del Elche C.F. se convertía en el recinto deportivo más grande de la provincia de Alicante.

En 1988, la directiva presidida por José Sánchez Riquelme rescataba la idea de cambiarle el nombre al estadio, algo que ya habían barajado directivas anteriores, y de nuevo suena con fuerza la idea de rebautizar el estadio con el nombre de Manuel Martínez Valero, fallecido años atrás. Esta vez sí saldría adelante la propuesta y el 4 de agosto de 1988 el Nuevo Estadio pasaría a llamarse Estadio Manuel Martínez Valero.

Tras el ascenso a Primera División de la temporada 2012/13, el Martínez Valero sufrió un cambio radical de cara y modernizó los accesos al interior del recinto por la fachada principal,  se construyeron nuevos vestuarios y modernas y funcionales oficinas (en la primera planta) para los profesionales de la entidad y se adaptaron las escaleras y vomitorios de las gradas. En la zona de Hospitality, merece una especial mención la reforma total del Palco (Presidencial y VIP), con casi 400 asientos, así como la construcción de 27 palcos privados. Y precisamente allí, en la zona de Hospitality, está ubicado el busto que recuerda al que fuese futbolista del Elche C.F. Paco Rico, fallecido durante un entrenamiento en 1959, tras sufrir un encontronazo en un entrenamiento con el portero del equipo y que estuvo durante años instalado en el viejo Altabix. Tras esta reforma, el Martínez Valero se situó como uno de los mejores recintos deportivos del país y a la vanguardia del fútbol español en cuanto a instalaciones, servicios y atención a los aficionados, recibiendo en la temporada 2013-2014 el premio de AFEPE a Mejor Estadio de la Liga BBVA. 

En el Estadio Martínez Valero, el estadio con el terreno de juego más grande del fútbol español con sus 108 x 70 metros, el Elche C.F. ha disputado hasta la fecha 883 partidos de futbol oficiales. Además, se disputaron tres partidos del Mundial de España 82: Hungría 10-1 El Salvador, que es el partido con más goles en toda la historia de los Mundiales; Bélgica 1-0 El Salvador; y Bélgica 1-1 Hungría. También ha acogido partidos internacionales de rugby y la fase final de la Nike Cup donde participaron los mejores futbolistas cadetes del futbol español. En el año 2003, el Martínez Valero fue el escenario de la final de la Copa del Rey entre el RCD Mallorca y el Recreativo de Huelva y ha acogido cinco partidos de la Selección Española de fútbol, mientras que en 2006 fue uno de los estadios que opto a ser la sede de la final de la UEFA Champions League.

Durante todos estos años varias generaciones de ilicitanos han disfrutado en el Martínez Valero cada 15 días de una de las señas de identidad de su ciudad: su equipo de fútbol.

¡Mucho Elche!

Antonio J. Pamies

Dpto. Comunicación Elche C.F.