Estoy muy de acuerdo con los ajustes presupuestarios impulsados por la Liga, ajustes que los clubes se autoimpusieron votándolo en asamblea y se comprometieron a cumplir; aunque quizás éstos contaban con la flexibilidad de la temporada pasada, pero el caso del Murcia ha obligado a Tebas a aplicar mano dura e inflexibilizar el mercado. Es evidente que no se puede establecer un criterio general con los equipos; la masa social, el seguimiento televisivo y el volumen de negocio via merchadising del Real Madrid no es equiparable al Elche, aunque también es cierto que sin los pequeños, los grandes no tendrían donde jugar; pero entiendo que unos reciban más que otros y haya criterios de ajuste presupuestario dispares. La Liga debe estudiar caso por caso porque de lo contrario no sería justo ni real y el Consejo Superior de Deportes debería tomar cartas en el asunto para que no se vuelva a judicializar la Liga como ha hecho el Murcia y exigir a los clubes que cumplan sus compromisos laborales, con hacienda y con la seguridad social.
Desgraciadamente, la documentación presentada por el Elche nos ha colocado en el furgón de cola de los equipos de primera. Como dijo Escriba, todavía "arrastramos lodos de aquellos polvos"; ha habido errores pasados y menos pasados que han provocado desajustes presupuestarios forzosos que han conducido a que nuestra plantilla, no exenta de calidad, se haya visto mermada en cuanto a su número. Es un contratiempo que debemos asumir y seguir remando todos juntos para superarlo. Hay enfado en ciertos sectores de la afición y hay desconfianza en las garantías que pueda ofrecer una plantilla tan reducida pero a veces la rama no nos deja ver el bosque. A mí me tranquiliza escuchar a Orta y a Vega, con experiencia en grandes clubes, hablar maravillas de esta institución, comprobar personalmente su implicación con el Elche y su Consejo y la seguridad de sus palabras.
Por otro lado, me incomoda mucho observar comentarios en redes sociales atacando a Club, insultando a nuestros dirigentes, y exigiendo la dimisión de un Consejo que nos ha traído a Primera División, que nos ha mantenido, que ha creado la mayor estructura profesional, comercial, social y de cantera que ha tenido el Elche en toda su historia. Creo que no se está siendo justo; no hay más que mirar las miserias que nos rodean en Alicante o Murcia para ver la realidad que vivimos. Este equipo, este cuerpo técnico y este Consejo tiene todo mi apoyo y respaldo porque es el que está trabajando por mi Club, con mayor o menor acierto, pero son los que pilotan la nave. Esta semana los he visto serios, cariacontecidos y preocupados porque los menosprecios y las lapidaciones públicas sólo generan crispación, nervios y desestabilización; las propuestas de mejora deben hacerse dialogando y preferentemente en las oportunas asambleas y no a través "slóganes" fáciles y anónimos escondidos en telarañas sociales. Mención aparte merecen los que, aún vinculados a este Club, y en aras de un supuesto amor a Elche, manipulan redes desde la distancia e instrumentalizan el odio al actual Consejo para beneficio propio. Las puertas del Consejo están abiertas pero no parece que nadie quiera transformar ese amor al Elche en inyección económica entrando en el Club.
Yo departo diariamente con peñistas y sé que me opinión no es ni mucho menos aislado, somos muchos los que pensamos así. Quiero lo mejor para el Elche y no pienso tirar piedras contra mi propio tejado.
Fuente: Diario Información
